El puente donde habitan las mariposas, de Nazareth Castellanos

El puente donde habitan las mariposas, de Nazareth Castellanos

 · Isabel Martínez

Confieso que abrí este libro esperando un tratado técnico sobre neurociencia aplicada al bienestar. Lo que encontré fue mucho más humano. Más íntimo. Más incómodo también, en el mejor sentido. El puente donde habitan las mariposas no es un ensayo tradicional ni un manual de autoayuda: es una propuesta honesta, a veces poética, a veces directa, sobre cómo nos relacionamos con nuestra mente, nuestro cuerpo… y el ruido que habita en medio.

Nazareth Castellanos, investigadora y divulgadora, logra algo difícil: tender un puente entre el conocimiento científico y la experiencia cotidiana. No impone, no adoctrina. Invita. Su lenguaje no está dirigido a especialistas, sino a lectores curiosos que buscan entenderse mejor. Y lo hace con rigor, pero también con humildad. Como quien sabe que el conocimiento no sirve de mucho si no puede ser vivido.

El libro parte de una premisa muy potente: el bienestar no comienza en lo mental, sino en lo corporal. En el silencio. En la respiración. En las posturas que adoptamos frente al mundo. Y en cómo ese cuerpo —con su historia, su memoria, su tensión acumulada— condiciona lo que pensamos, lo que sentimos y lo que creemos ser. Esa conexión entre lo fisiológico y lo psicológico no es nueva, pero Castellanos logra actualizarla con una mirada actual, crítica y empática.

Una de las grandes virtudes del texto es su estructura. Dividido en capítulos breves y bien hilados, permite avanzar sin prisa, con pausas. De hecho, el propio libro parece diseñado para ser leído despacio, como si su forma acompañara su fondo. No hay exceso de citas ni datos desbordantes, pero sí los suficientes como para sostener lo que afirma. Y eso se agradece.

Lo que más me ha gustado —y aquí hablo desde lo personal— es que no te vende una solución, sino una posibilidad: la de observarte con más honestidad. La de aprender a sentir antes de interpretar. A habitar el cuerpo como parte inseparable de la conciencia. El título no es una metáfora vacía: hay un puente que podemos cruzar, si estamos dispuestos a quedarnos quietos el tiempo suficiente.

¿Tiene límites? Sí. Quien busque una lectura puramente científica puede echar de menos más profundidad experimental. Quien espere una guía paso a paso, puede sentirse desorientado. Pero es ahí donde está precisamente su valor: no da respuestas cerradas. Abre preguntas.

El puente donde habitan las mariposas no transforma la vida de nadie por sí solo. Pero si lo lees con atención, puede cambiar algo muy sutil: tu forma de habitarte.

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